Publicación cuatrimestral de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR Distribución gratuita ISSN: 16698584  

 

  04|2008
 


Dra. Liliana Piccardi

Cátedra de Genética
Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Rosario
lpicardi@unr.edu.ar

 
Retornando a la ganaderia ovina

El crecimiento agrícola, favorecido por el extraordinario precio de los granos, de los cuales sin lugar a dudas la “vedette” es la soja, ha producido una reducción significativa en la superficie dedicada a las pasturas y relegado a otras zonas las explotaciones ganaderas. Sin embargo, hay un marcado consenso en nuestra zona agropecuaria de que el abandono de las explotaciones mixtas produce un deterioro en el capital suelo por lo que se ha establecido ya una importante discusión sobre como lograr una agricultura sostenible para nuestro país.

En este contexto, la producción ovina es una de las actividades ganaderas que también se ha deteriorado y a la cual se le debe sumar la baja de precios internacionales de la lana en décadas pasadas. Esto ha determinado que se produzca una reducción de las majadas en casi todas las provincias. En los últimos tiempos, dado la nobleza de esta especie, que desde la incipiente ganadería en el Virreinato del  Río de la Plata ha brindado a la población rural y urbana no solo lana sino también carne, se ha podido revertir sistemas productivos laneros en sistemas de doble propósito: lana y carne.

En los últimos años la faena de cabezas de ovinos tiende a aumentar por la excelente posibilidad de exportación que hoy se presenta para nuestro país. Según datos elaborado por el Área de Mercados Ganaderos de la SAGPyA, con datos del SENASA, durante el período 2002-2005, la faena ovina a nivel nacional ha tenido una marcada tendencia creciente, pasando de un volumen anual estimado para ese mismo año en 2,54 millones de cabezas a 4,87 millones de cabezas en 2005, lo que representó un incremento del 92% (Grafico 1).

Grafico 1: Faena ovina total registrada por el SENASA para el período 1998-2006 (en miles de cabezas)
Fuente: Elaborado por el Área dde Mercados Ganaderos de SAGPyA con datos del SENASA

Según la SAGPyA, del total de la producción de carne ovina registrada en el 2007, cerca del 70% (23.771 tn en equivalente res con hueso) se destinó al consumo interno y el resto se exportó (Grafico 2). Las exportaciones con destino a la Unión Europea se efectúan dentro de la cuota de Carne Ovina y Caprina que percibe la Argentina desde el año 1979. Esta cuota anual asciende a 23.000 tn, equivalente a res con hueso, siendo España el país al cual más se exporta (Grafico 3). Las exportaciones cerraron el 2007 con cifras cercanas a las 5.723 mil tn (precio promedio de exportación 3.159u$s/tn.). Con estos datos se confirma que queda un largo camino a recorrer para cubrir la cuota asignada y que se recorrerá en la medida que se produzca un incremento significativo en las majadas del país.

Grafico 2: Exportación de carne ovina (en miles de dolares)
Fuente: Elaborado por el Área dde Mercados Ganaderos de SAGPyA con datos del SENASA
 
Grafico 3: Participación de los paises destino en las exportaciones de carne ovina argentina en 2006 expresadas en volumen (tn) y valor (u$s)

La Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR ha sido pionera en esta reconversión de la ganadería ovina hacia la producción de carne al haber establecido un nuevo genotipo productor de corderos precoces que brindan carne de calidad, sin depósitos grasos, aún en condiciones de suplementación y con una lana blanca de una finura en promedio de 26 micras. Este nuevo genotipo se ha logrado por el cruzamiento absorbente de la raza Ideal (descendiente de la Merino) hacia la raza Texel (originada en Holanda) Este programa de retrocruzas y selección se llevó a cabo en el Campo Villarino. En el año 1999, la Asociación Cooperadora y la Facultad de Ciencias Agrarias han logrado el registro ante la SAGPyA de este nuevo genotipo bajo la denominación de Magrario: el cordero Magro de Agrarias®.

Desde 2003, a través de una Carta Acuerdo con la Secretaría de Agricultura de la Pcia de Santa Fe se introducen machos Magrario en majadas de la provincia con el fin de brindar otra alternativa productiva para la región. Además, el Proyecto Magrario ha sido distinguido con el Fondo de Asistencia Tecnológica de la Provincia de Santa Fe, con el propósito de incrementar la cantidad y calidad de la carne ovina en la región. De esta forma la Universidad ha tomado un papel activo en el desarrollo de paquetes tecnológicos según los estándares de calidad que se pretenden imponer en las producciones ganaderas ovinas hoy en día.

Otro factor que ha contribuido a estos incrementos en la producción ovina es la Ley Nacional Nº 25.422 de Recuperación de la Ganadería Ovina, sancionada en el 2001. Esta Ley brinda un marco apropiado para recuperar esta actividad que permite al productor diversificar sus perfiles productivos. En su primer artículo establece “un régimen para la recuperación de la ganadería ovina……..destinado a lograr la adecuación y modernización de los sistemas productivos ovinos que permita su sostenibilidad a través del tiempo y consecuentemente, permita mantener e incrementar las fuentes de trabajo y la radicación de la población rural.

Esta ley comprende la explotación de la hacienda ovina que tenga el objetivo final de lograr una producción comercializable ya sea de animales en pie, lana, carne, cuero, leche, grasa, semen, embriones u otro producto derivado, y que se realice en cualquier parte del territorio nacional, en tierras y en condiciones agroecológicas adecuadas”….

Entre las acciones que establece esta ley y que claramente favorecen al productor se encuentra la creación de un fondo fiduciario, Fondo para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO), que se integra con los recursos provenientes de las partidas anuales presupuestarias del Tesoro Nacional, de organismos internacionales, provinciales, de los productores y del recupero de los créditos otorgados con dicho FRAO (http://www.leyovina.com.ar).

En el 2007, finalmente, nuestra provincia ha adherido a esta Ley y ha definido la integración de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) con las siguientes instituciones que garantizan la participación de los distintos actores del quehacer agropecuario: SRA, FAA, CONINAGRO, CARSFE e INTA y cuya coordinación está a cargo de la Ing Agr Liliana Principi de la Secretaría de Agricultura del Ministerio de la Producción de la Pcia Santa Fe (www.santafe.gov.ar). Por otro lado también se establece la Comisión Asesora Técnica (CAT) donde se analizarán los proyectos que eleven aquellos productores que quieran optar a los fondos del FRAO para introducir mejoras en su campo y/o incrementar y mejorar sus majadas. En ella están representadas tanto la Universidad de Rosario (Facultades de Ciencias Agrarias y Ciencias Exactas y Agrimensura y Ciencias Veterinarias) como la Universidad del Litoral (Facultades de Agronomía y Veterinaria), INTA, la Dirección de Bromatología y SENASA.

A estas facetas organizativas que ha establecido el Ministerio de la Producción de la Pcia de Santa Fe se le deben sumar las actividades de experimentación adaptativa que se desarrollan en ambas Universidades. En el campus de la UNL se desarrolla un módulo de Producción de Leche Ovina a cargo del Dr Jorge Sosa y en el Campo Villarino (UNR) se desarrolla un módulo de producción de carne ovina de calidad teniendo como base la producción de corderos pesados con el genotipo Magrario a cargo de la Dra Liliana Amelia Picardi.
Estos hechos, en los cuales ha tomado activa participación la UNR, auguran que las condiciones para recuperar la ganadería ovina en la región están dadas. Solo resta cambiar la mirada sobre nuestro campo e imaginar sistemas diversificados de producción donde el productor vuelva a tener un perfil creativo y con iniciativa tal como el que tuvieron nuestros abuelos en esta pampa gringa.