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Hacia esta época del año es común que los agricultores comiencen a hacer cálculos acerca del ingreso neto que pueden obtener de la producción de soja. Por esa razón este artículo pretende brindar información con el objeto de facilitarles dicha tarea a los productores del sur santafesino.
Las características productivas son muy variables pero, a los efectos de simplificar el análisis, pueden reducirse a dos: la del productor - propietario del campo que lleva adelante la producción con maquinaria propia, contratando algunas labores y la de aquel productor -que suele llamarse contratista- quien cuenta con las maquinarias, pero no posee campo por lo que debe tomarlo de terceros y normalmente lo hace en arrendamiento, es decir, paga una cantidad fija en quintales de soja la cual, para esta campaña, fluctúa entre 14 y 17 quintales de soja por hectárea.
El modelo tecnológico utilizado más comúnmente por ambos tipos de productores en el sur de Santa Fe, es el de siembra directa con maquinaria propia, la contratación de tres pulverizaciones terrestres y una fumigación aérea.
En la tabla 1 se pueden observar los insumos necesarios en el proceso productivo y en la tabla 2, el costo de implantación y protección correspondiente a la campaña 2008/09, que es igual para los dos tipos de productores identificados. Dado que interesa llegar al costo total de producción y también al costo por quintal producido, en el caso del productor que no cosecha con maquinaria propia, a las cifras incluidas en la tabla 2 debe agregarse el costo de la cosecha que, para la campaña analizada, oscila entre el 8 y el 9% del rendimiento obtenido, según se pague en efectivo o se entregue el grano en el acopio. De igual manera, el productor que toma tierra de terceros debe adicionar el costo del arrendamiento.
Tabla 1: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Modelo tecnológico |
Tabla 2: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Costos de implan-tación y protección, incluido el seguro contra granizo ($/ha.) |
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De lo indicado en el párrafo precedente surge que el costo total de producción (implantación y protección, cosecha, arrendamiento) ya no es fijo por hectárea, sino que varía con el rendimiento logrado. Por eso, la tabla 3 exhibe el costo total de producción por quintal de los dos tipos de productores, en función de cuatro niveles de rendimiento probables.
| Tabla 3: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Costo total de producción, según tipo de productor y rendimiento probable ($/qq.) |
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Respecto a los costos de comercialización, si bien no varían en función del tipo de agricultor como en el caso de los costos de producción, cambian de productor a productor, pues no sólo dependen del canal de venta utilizado, sino también de la condición en la que se encuentra el grano, la localización del agricultor con respecto al puerto, el momento de venta, etc. Por eso, a fin de simplificar el cálculo, se supone que el grano cosechado está limpio, es decir, no requiere zarandeo, tiene una humedad del 14% y el productor, que se encuentra a una distancia de 90 kilómetros del puerto, lo vende a través de un acopiador quien le cobra una comisión del 3%.
En cuanto a las expectativas del precio futuro de la soja, se puede señalar que las cotizaciones se hallan en baja arrastradas por la caída de los precios en Chicago a causa de las buenas condiciones climáticas vigentes en la zona sojera de los Estados Unidos. El primer día de agosto, en el Mercado a Término de Rosario (ROFEX), el contrato futuro de soja posición Mayo 2009 ajustó a 289,9 u$s/tn., mientras que el precio de ajuste en el mercado con entrega de la misma institución, llegó a 293,5 (Página de Internet del ROFEX: www.rofex.com.ar.) u$s/tn. para igual posición El mismo día, el precio de ajuste en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA), correspondiente a la soja con entrega en el puerto de Rosario, fue de 292,8 (Página de Internet del MATBA: www.matba.com.ar) u$s/tn.
Si se parte de la base que los precios son más elevados en los contratos con entrega, tanto en el ROFEX como en el MATBA, pueden considerarse estas cotizaciones representativas del precio que lograrían los productores del sur de Santa Fe en el momento de cosecha. Con un dólar de referencia de 3,0371 $/u$s, el precio esperado podría estimarse en unos 890 $/tn.
La tabla 4 incluye los gastos de comercialización para el precio indicado, siguiendo los criterios que se especifican en párrafos precedentes y en la tabla 5 se resume el Margen Bruto Directo/qq y MBD/ha, según nivel de rendimiento, para cada uno de los tipos de productores identificados.
| Tabla 4: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Costos de comer-cialización para un precio de 890 $/tn. |
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| Tabla 5: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Margen Bruto Directo ($/qq y $/ha) según tipo de productor y rendimiento probable |
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Además, el productor debe afrontar los denominados costos indirectos, o sea, los gastos de estructura, tales como el impuesto inmobiliario y la tasa comunal (para el caso del propietario), como así también los gastos de movilidad, de energía, comunicaciones, imprevistos, para ambos tipos de productores. Asimismo, debe considerarse la amortización de las maquinarias. Dichos costos, estimativos, se exponen en la tabla 6 para distintos tamaños de superficie trabajada.
| Tabla 6: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Costos indirectos/ha ($/ha), según tipo de productor y superficie trabajada |
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Por último, en la tabla 7 se presentan los resultados económicos esperados, expresados en Ingreso Neto (Ingreso Bruto menos costos directos e indirectos) para la campaña 2008/2009 (antes del impuesto a las ganancias), para ambos tipos de productores, de acuerdo a los diferentes rendimientos considerados.
| Tabla 7: Soja. Zona sur de Santa Fe. Campaña 2008/09. Ingreso Neto/ha ($/ha), según tipo de productor y superficie trabajada |
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Las cifras que se muestran en la tabla 7 permiten poner en evidencia dos hechos de suma importancia. Por un lado, la notable influencia que tiene la escala de la superficie trabajada en los ingresos netos que obtiene el productor lo cual, si bien es muy simple de comprender, no siempre es tenido en cuenta y, por otro, el incremento del ingreso neto derivado del aumento en los rendimientos logrados, debido a que una gran parte de los costos de producción son fijos por hectárea, hasta el momento de la cosecha del grano. Esta última característica de la producción del poroto de soja, que se extiende a toda la producción agrícola desarrollada a campo, señala el enorme riesgo que debe afrontar el productor quien en un año bueno puede conseguir una excelente retribución a su trabajo pero, en una mala campaña puede quedarse sin ninguna ganancia, recuperando sólo el capital que invirtió si ha tomado un seguro que le cubra el perjuicio sufrido.
Asimismo, el productor debe asumir el riesgo del precio que puede reducirse en la época de cosecha. Es cierto que también puede protegerse de este riesgo operando en el mercado de futuros y opciones pero, naturalmente, ello involucra incurrir en nuevos gastos e inmovilización de capital.
En síntesís, el trabajo del productor sojero no es tan sencillo, como a veces suele afirmarse: sólo es cuestión de sembrar, esperar unos meses e ir a cosechar.
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