Se comenzaron a caer las hojas y comienzan las hormiguitas podadoras!!!
La poda es una intervención quirúrgica que implica una mutilación, debe ser realizada por especialistas y dirigida por profesionales
La poda no beneficia a los árboles, nos beneficia a nosotros………….
Para la práctica de estas técnicas hay que reconocer cuatro tipos básicos de poda de árboles para las zonas urbanas. La primera poda se realiza en la fase inicial de producción de plantones de árboles en los viveros, al momento en que el árbol puede desarrollar libremente su modelo de arquitectura de la copa, se usa la poda de formación: ésta poda se aplica a la unidad en desarrollo, cortando las ramitas laterales para dejar un fuste limpio y despuntando la yema superior (apical) que, por tendencia natural (los árboles evolucionaron en un ambiente de bosque, los juveniles sombreados, rápidamente tiene que alcanzar el dosel si quieren prosperar) por ello prima la dominancia apical. Esta poda transforma la arquitectura natural de la mayoría de las especies y abre la corona de ramas inferiores produciendo ejemplares más bajos y globosos, compatibles con los espacios y el equipamiento urbano, deben ser despuntados para que las ramas no interfieran en la circulación de los camiones y sus cajas de 4 m por lo que deberían despuntarse a 3,5 m como mínimo.
Posteriormente, durante el desarrollo del ejemplar en el sitio definitivo y luego de estudiar los espacios y las interferencias futuras se realiza la poda de conducción en la que se trata de evitar problemas futuros con tendidos aéreos, luminarias, etc. (Ver Agromensajes Nº 30 “Compatibilización de servicios aéreos”)
Una vez logrado el ejemplar y durante su larga vida necesita cuidados, que se realizan con las podas de mantenimiento y/o limpieza, allí se resuelven los problemas con las ramas secas, la eliminación de los brotes parásitos y ramas con axilas de corteza incluida u hongos que las debilitan, o zonas de crecimiento nuevas que interferirán estructuralmente en el futuro.
El cuarto tipo de poda es la poda la seguridad, se aplica al detectar problemas puntuales o luego de eventos climatológicos que alteran los ejemplares o servicios asociados. El propósito de éste tipo de poda es disminuir riesgos para impedir accidentes.
La poda es más delicada en árboles más grandes y mayores. Por
lo que el arboricultor debe conocer las reglas básicas que regulan sus actividades:
1) poda de formación: Se realiza una o dos veces en al comienzo de la vida del ejemplar
2) poda de conducción Se realiza una o dos veces en los primeros años de implantado en su sitio definitivo.
3) poda de mantenimiento o limpieza, Se realiza periódicamente cada tres a cinco años.
4) poda la seguridad, Se realiza inmediatamente de detectado el problema. En casos excepcionales (producido el meteoro u accidente) una vez detectado el riesgo debe acordonarse el área con cintas advertidoras de seguridad hasta tanto se pueda resolver.
Es generalizada la creencia de que los árboles deben podarse en los meses que no tienen “r” y esto es así en las zonas de donde son originarios muchos de nuestros árboles caducifolios, ya que allá el período vegetativo es muy corto e impide un correcto desarrollo y cicatrización, cosa que no ocurre en nuestro clima y a nuestra latitud, también se comenta la importancia de la luna durante las tareas, al respecto cuando se quiere menor crecimiento se realiza en cuarto menguante y vise versa……hecho éste utilizado por los granjero y del que no hay evidencia hasta el momento…..
Técnicas y herramientas para realizar los cortes:
Los jardineros japoneses a los dos primeros tipos de poda las realizan pellizcando las yemas con las uñas….trabajo metódico (que en nuestro ambiente lo realizan algunas hormigas). Estas podas las realizan aquí los viveristas con tijeras de podar.
La poda de mantenimiento o limpieza del árbol implantado es la que más se realiza como tarea del “servicio público”, se usan tijeras de podar, electro o moto-sierras, arcos con sierras y tijeras largas con distintos grados de palanca. Nunca machetes ni hachas….
En nuestras ciudades cuando llegamos luego de un turno de rotación de los trabajos la mayoría las ramas a extraer son medianas, en ellas se determina donde cortarlas definitivamente En la figura Nº 1 se muestra dónde deben cortarse distinto tipo de ramas, siempre por fuera de las arrugas de corteza del tronco.

Las ramas medianas o grandes a cortar deben ser atadas antes de comenzar la tarea, y luego se aplica la técnica de “tres cortes”.
TECNICA DE “TRES CORTES”
Deben realizarse tres cortes sucesivos sobre cada rama, el primero desde abajo para evitar desgarros, el segundo desde arriba para rebajar el peso de la rama (se extrae casi toda) y el tercero para separar el muñón remanente del tronco o rama superior, dejando una superficie limpia y neta de madera que permita una más rápida cicatrización. En la figura Nº 2 a. vemos la secuencia de cortes para apear una rama del tronco principal.

Según la posición de los dos primeros cortes podemos direccionar la caída (bajada con la soga) de la rama amputada, con el objeto de evitar la rotura de otras ramas u objetos o cables, (Figura Nº 2 b.)
El primer corte desde abajo, se hace separado de la axila a unas dos veces el diámetro y de una profundidad de ¼ o un tercio de la circunferencia, evitando que por el peso la rama aprisione la sierra (para ello se puede jalar de la soga con que la tenemos), perpendicular al sentido en que queremos que caiga la rama. Luego se realiza un corte oblicuo desde arriba (paralelo al anterior) unos centímetros más distales del primero y buscando la línea imaginaria del centro del primer corte, allí se la baja con cuidado. Por último se corta el tocón remanente por fuera de las arrugas y protuberancias de la corteza del tronco donde está insertado. Esto es muy importante pues permite la rápida cicatrización de la herida, en la figura Nº 3 vemos los resultados de los labios de cicatrización de distintos tipos de cortes, los mal realizados y el correcto, en el que todos los lados se desarrollan cicatrizando y cerrando rápidamente la madera expuesta, formando una “o”.

Se recomienda pintar la madera con brea soluble en agua o mastic de injertar (con el objeto de sellar la entrada de agua que favorece la proliferación de enfermedades).
Cuando se trata de acortar ramas que no queremos eliminar totalmente es necesario realiza el corte luego de un tirasavia o ramita vertical en forma oblicua según se muestra en la Fig. Nº 4 a. Muchas veces la rama en cuestión no tienen tirasavia, o los que hay la dirigirán a lugares o espacios no deseados, se amputa entonces un poco más larga durante el primer año, y luego del 2º o 3er. año se selecciona el rebrote o brote que nos interesa y se corta el resto limpiamente.

Cuando queremos despuntar ramas finas, elegimos aquella yema cuya orientación nos interesa y amputamos por encima de ella, en diagonal, pero no tan cerca como para que se seque. Ver Fig Nº 4 b
Para extraer ramas grandes es necesario colocar una o dos sogas de seguridad y apeo o sostén desde horquetas o ramas superiores (ver Fig. Nº 5), en caso de no poder hacerlo hay que comenzar reduciendo el peso del conjunto, con sucesivos cortes cada vez más proximales.

Para los casos de podas de seguridad, sobre todo luego de tormentas, es necesario atar bien las ramas quebradas o dobladas, ya que unas u otras pueden estar haciendo fuerza y producir daños y caídas…
Bibliografía
- Míchau, Emmanuel. (1987). La poda de los árboles ornamentales. Ed. Mundi-Prensa. España. 316 pág.
- Shigo, Alex L. (1994). Arboricultura moderna compendio. Shigo and Trees Associates Durham. EEUU. 152 pág.
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