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En los últimos tiempos, el uso de
fertilizantes se ha incrementado significativamente,
contribuyendo a este proceso la siembra directa ya que, per
se, requiere de fertilizaciones adecuadas para lograr
buenos niveles de productividad de los cultivos. La aplicación
simultánea de los fertilizantes con la siembra es generalmente
una condición apreciada, debido a que facilita la organización
de los trabajos, disminuye el número de pasadas sobre el lote
y permite localizar los fertilizantes de acuerdo a los
requerimientos agronómicos del cultivo.
Existen variados
tipos de fertilizantes, formas de dosificación y localización
de los mismos. Según la composición del producto, dosis,
posicionamiento respecto de la semilla y especie tratada,
pueden tener lugar efectos fitotóxicos para la semilla y/o
plantas en sus estadios iniciales, reportándose numerosos
casos de inconvenientes con los procesos de germinación y
emergencia. También se sugieren incrementos de la salinidad en
el área donde se depositan las semillas y/o consecuencias para
la imbibición en tiempo y forma de las mismas.
Para evitar
inconvenientes durante la fertilización, además de conocer la
dosis adecuada y la posición donde debe colocarse el
fertilizante, es importante verificar el normal funcionamiento
de los dosificadores del equipo en función del producto que se
utilizará y su comportamiento frente a las variaciones en las
condiciones de humedad ambiental.
Productos más
usuales
Los fertilizantes
aperdigonados son los más usuales en Argentina. Según sus
componentes y calidad de fabricación, presentan diferente
granulometría con distintos porcentajes de participación de
cada tamaño de gránulo. Un espectro desequilibrado de los
mismos influirá sobre la calidad de la dosificación. La
modalidad actual de mezclar productos en diferentes
proporciones y con características físicas disímiles, agrega
mayor complejidad al tema.
La higroscopicidad que caracteriza a muchos
fertilizantes, afecta la exactitud de la aplicación y puede
llegar a impedir su dosificación. Cuando se manejan
fertilizantes a granel, se transportan hasta el lote en carros
y desde allí se cargan las tolvas de la sembradora. Estos
carros deben poseer una cobertura de protección, lo que
disminuirá los riesgos de humedecimiento del producto. De la
misma manera, se debe resguardar la máquina cuando quede
producto dentro de sus tolvas y llenarlas completamente para
evitar condensaciones en el interior de las mismas.
Localización del
fertilizante en el suelo
De acuerdo al objetivo de la fertilización,
el producto puede ser aplicado:
a) Muy cercano a la línea de siembra o, de
no ser posible, junto a la semilla. Esta localización se
denomina comúnmente de "arranque" (starter). Por lo general se
aplican dosis bajas.
b) Lateralmente a la semilla, con una
separación superior a los 5 cm de la línea de siembra. Se
tratará de la localización de un producto "de base". Las dosis
aplicadas suelen ser considerables.
Los arrancadores requieren estar
disponibles para las primeras raicillas y, en consecuencia, se
localizan en una posición cercana a las semillas o junto a
ellas. Cualquiera sea el diseño del órgano abresurcos y/o la
forma de caída del fertilizante, se deben extremar las
precauciones con relación a la dosis y posicionamiento del
mismo ya que existe el riesgo de provocar un aumento de la
salinidad en el área de aplicación o de fitotoxicidad cuando
el producto posee algún componente que así lo determine (por
ejemplo amonio). Las sembradoras presentan diferentes
separaciones entre sus líneas, por lo tanto se deberá conocer
la dosis máxima del fertilizante que tolera cada especie y
expresarla en cantidad de producto por unidad de longitud de
línea, nunca por unidad de superficie. Es decir, se debe
referir el dato a gramos por metro lineal de siembra y no por
hectárea, dado que las concentraciones serán diferentes en
función de la separación entre líneas. El Tabla 1 muestra, a
modo de ejemplo, estas diferencias para una tasa de aplicación
típica. En este caso, para una sembradora cuyas líneas están
distanciadas a 70 cm., la tasa de aplicación por metro lineal
supera en un 35 % a la de otra sembradora que presente sus
líneas separadas a 52,5 cm (4,2 gr / 5,6 gr).
Tabla 1: Granos de fertilizante por metro lineal
para una tasa de 80 kg/ha a diferentes separaciones
entre hileras |
Separación entre
líneas de la sembradora (cm) |
15 |
17,5 |
19 |
21 |
52,5 |
70 |
Cantidad aplicada
por metro lineal (gr.) |
1,2 |
1,4 |
1,5 |
1,7 |
4,2 |
5,6 |
Dosificadores:
Tipos y
comportamiento Los dosificadores para fertilizantes
aperdigonados más difundidos son:
- De estrellas horizontales, con eje vertical.
- De rotor
con paletas, de eje horizontal.
- De sin
fin horizontal.
- De rueda
dentada tipo "Chevrón" con eje horizontal.
Actualmente la mayoría de los equipos usan
los del tipo "chevrón"; aquellos diseños donde la rueda
dentada está expuesta al exterior de la caja que la contiene,
en ambientes muy húmedos pueden originar adherencias del
producto sobre la misma. La incorporación de una tapa de
cobertura de la rueda mejora, en estos casos, la situación.
Ensayos
preliminares realizados en la Facultad de Ciencias Agrarias
UNR (Maroni, J.R., et al., no publicado) muestran un buen
comportamiento para la mayoría de los dosificadores con
relación a la variable velocidad de trabajo, no influyendo
ésta sobre la cantidad entregada de úrea del tipo "perlada",
tal como se muestra en el gráfico N°1. En el mismo ensayo se
determinó que cuando la úrea se encuentra en estado normal,
recién extraída de su envase y habiendo sido almacenada bajo
buenas condiciones, no se presentan dificultades para los
dosificadores.

Sometida a humedad ambiente muy alta, todos
los dosificadores muestran un comportamiento irregular con
relación a la cantidad entregada de úrea del tipo "perlada",
llegando en casos extremos a dejar de funcionar. (gráfico N°
2).

Ante condiciones de alta humedad, el
dosificador de estrella horizontal, si bien continuó
entregando material, lo hizo de manera irregular y con
significativas diferencias con relación a la cantidad
previamente programada. La entrega fue prácticamente nula para
el dosificador tipo chevrón y el de rodillos de paletas.
Existen otros factores que pueden
introducir variabilidad en la entrega y localización del
material, como por ejemplo el estado de conservación de
dosificadores y abresurcos, el estado del terreno, la uniforme
rotación de la rueda motriz del tren cinemático, la limpieza
de todos los mecanismos conexos, etc., elementos que deberán
ser revisados convenientemente al momento de usar el equipo.
Conclusión
Los fertilizantes
aperdigonados, ampliamente difundidos, son una buena fuente
para incorporar nutrientes al suelo, existiendo algunas
dificultades operacionales que exigen mayores cuidados por
parte del usuario al momento de utilizar el equipo. La
velocidad de rotación del dosificador (función de la velocidad
de avance del equipo y de la tasa aplicada) no influye sobre
la regularidad y cantidad de entrega del material. Los
fertilizantes higroscópicos, como la urea perlada, ante la
presencia de alta humedad ambiente, presentan serias
dificultades para ser dosificados correctamente. Según el
cultivo, el fertilizante que se utilice, la forma de
localización y la dosis del mismo, será necesario el
asesoramiento profesional para determinar la dosis adecuada,
lo cual, sumado a un estricto y permanente control del equipo
asegurará una aplicación eficaz del producto.
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