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La
zona productora de duraznos ubicada en el noreste de la
Provincia de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, destina su
producción, principalmente, al consumo en fresco. La
aparición e incorporación de nuevas variedades de
durazneros adaptados plenamente a las condiciones
ecológicas de esta zona, junto a la implementación de
nuevas tecnologías tales como sistemas de conducción,
poda, riego, lucha contra heladas, etc, han permitido un
notable aumento de rendimientos en kilogramos de fruta por
hectárea y una mayor regularidad en las cosechas. Estas
nuevas variedades se caracterizan por su abundante
fructificación lo que origina una gran cantidad de frutos
de pequeño tamaño con escasa calidad comercial. Tenemos
que tener en cuenta que el tamaño final del fruto es un
factor determinante de la calidad de los duraznos y decisivo
en los precios de mercado, lo cual justifica la realización
de estudios dirigidos a mejorar este aspecto de la calidad.
Una práctica que puede mejorar el tamaño del fruto es el
raleo.
¿En
qué consiste el raleo de frutos?
El
raleo consiste en eliminar algunos frutos de una planta para
permitir un mayor crecimiento de los que quedan en la rama o
producción.
¿Cómo
se realiza en nuestro país?
En
nuestro país, el raleo de frutos se efectúa casi
exclusivamente en forma manual, lo que demanda una alta
cantidad de mano de obra en un corto lapso de tiempo. Esto
hace que esta práctica no se realice siempre en el momento
oportuno y por lo tanto no se logre el objetivo buscado.
Muchos productores no ralean temiendo la incidencia de
heladas tardías y fuertes tormentas de viento y lluvia. O
bien ralean en una etapa avanzada del desarrollo del fruto,
o lo efectúan con poca intensidad, sin lograr los
resultados esperados. Sin embargo el raleo es la única
forma que se emplea hasta el momento en plantaciones
comerciales, debido a que asegura un resultado acorde con
las exigencias del mercado. Aún cuando durante mucho tiempo
se han buscado alternativas al raleo manual, como el raleo
químico, su uso aún no se ha generalizado debido a la
diversidad de resultados obtenidos. Se han realizado
experiencias en muchos países que señalan la conveniencia
del uso de raleadores químicos, pero algunos de ellos han
causado efectos colaterales indeseables como clorosis,
abscisión de hojas y producción de goma en algunos frutos.
Se ha probado durante varios años el uso de productos
hormonales, entre ellos, el Ethrel, Ethephon o CEPA (ácido
2-cloro-etil-fosfónico), que se ha estudiado para
duraznero.
¿Cómo
actúa este raleador?
Actúa
liberando etileno y en contacto con los tejidos vegetales
provoca la caída de los frutos.
¿Raleo
manual o raleo químico?
El
raleo manual es una práctica lenta y costosa, que demanda
gran cantidad de mano de obra en un corto período de
tiempo, que a veces no es posible conseguir. El uso de un
raleador químico permite superar esos inconvenientes y
disminuir los costos. En el sur de Santa Fe existen pocos
antecedentes sobre el uso de raleadores químicos en
duraznero y es necesario contar con experiencias regionales.
¿Qué
ha hecho el equipo de docentes e investigadores de la
Cátedra de Fruticultura?
Este
equipo viene realizando ensayos desde 1997 a la fecha en
forma ininterrumpida, con el objetivo de determinar la
influencia del raleo manual y del raleo químico con CEPA
sobre la cantidad, calidad (tamaño y peso de los frutos) y
momento de cosecha de duraznos de los cultivares Red Haven,
Cristalino, Barceló, Red Globe y Forastero .
¿Dónde
y cómo se realizaron estos trabajos de investigación?
Se
realizaron ensayos en montes comerciales, ubicados en
Sánchez ( provincia de Buenos Aires) y en Pavón Arriba (
provincia de Santa Fe). Para ello, se seleccionaron plantas
homogéneas en desarrollo, carga y estado sanitario. Se
evaluaron tres tratamientos : Raleo manual, raleo químico y
un testigo sin ralear. El laboreo de suelo y el control
sanitario fueron los usados normalmente en la zona por los
productores. Como raleador químico se aplicó CEPA en una
dosis de 60 ppm cuando los frutos presentaban entre 24 y 30
mm de diámetro y 11 a 14 mm de longitud de semilla. Para
ello se utilizó una mochila de 20 litros de capacidad,
pulverizando sobre las plantas hasta goteo El raleo manual
se realizó en el mismo momento en que se aplicó el
raleador químico.
¿Qué
resultados se obtuvieron?
En
general, en las variedades estudiadas, el uso del raleador
adelantó en una semana o más la maduración de los frutos,
con lo cual el período de cosecha se concentra. El raleo
manual técnico proporcionó una mayor cantidad de frutos
cosechados con categoría Elegido, que son frutos de mayor
calibre. Estos resultados se debieron a que los frutos
están mejor distribuidos y alimentados, situación que no
se produce cuando se emplean raleadores químicos El
testigo, sin ralear, dio gran producción de frutos de
tamaño pequeño y escasa calidad comercial.
El
equipo de docentes-investigadores que trabaja en el
tema está integrado por: Ing. Agr. María Inés
Moyano, Ing. Agr. Patricia Flores, Ing. Agr. Silvana
Seta, Ing. Agr. Andrea Leone, pertenecientes a la
cátedra de Cultivos Intensivos, Área Fruticultura
y por la Ing. Agr. Cecilia Severin perteneciente a
la Cátedra de Fisiología Vegetal, de la Facultad
de Ciencias Agrarias. Para consultas dirigirse los
días martes y jueves al teléfono (0341) 497-0080
int.109. |
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