Este artículo se refiere a evaluaciones
aplicables a tareas de monitoreo general y no para
investigación científica, para lo cual se recomienda consultar
la bibliografía adjunta. El avance de los fundamentos teóricos
y de las tecnologías GPS, la fotografía aérea de alta
definición y el análisis multiespectral mediante sensores
remotos, permitirá disponer en un futuro próximo de "mapas de
tratamiento" muy refinados, base de la aplicación "sitio
específica" de insumos.
Introducción
Las malezas interfieren con la producción a través de su
competencia por recursos, la reducción de la calidad y la
eficiencia de cosecha. Generalmente, las decisiones
relacionadas con el control de malezas están basadas en los
problemas del año anterior o bien a partir de una muy rápida
recorrida durante la primavera. El conocimiento en profundidad
de la composición de malezas en un lote permite una mejor
planificación de las estrategias de manejo en la rotación y
contribuye a la creación de un verdadero programa de manejo
fundamentado en principios ecológicos (en inglés = EBMP).
Uno de los elementos significativos de este programa es el
monitoreo regular y sistemático de lotes de un modo
normalizado que permite identificar y medir las variaciones en
las poblaciones de malezas y que será ampliado de la escala
temporal a la espacial apenas se perfeccionen y/o difundan los
métodos de relevamiento basados en un sistema de "grillas"
georeferenciadas.
En líneas generales el propósito de un monitoreo de malezas es
el siguiente:
1- Detectar
la presencia y/o abundancia de malezas
2-
Reunir información que permita la toma de decisiones
durante la campaña
3- Proveer de datos para construir la "historia" del lote
sobre las cuales se podrán diseñar acciones de largo plazo
4-
Detectar el ingreso de especies invasoras, aún no presentes
en el lote
5-
Proveer de bases para la agricultura de precisión y el manejo
sitio específico de insumos
Procedimientos de Monitoreo
Las malezas suelen presentarse en forma de "manchones". En
muchos casos existen pocas áreas con elevada densidad y muchas
otras con niveles poblaciones bajos o nulos. A esta
distribución propia de las malezas suele contribuir la
variabilidad asociada a problemas de drenaje, topografía, tipo
de suelo o microclima. Es la distribución en "manchones" la
que hace muy dificultosa la obtención de estimaciones más o
menos confiables. Resulta imposible determinar con precisión
los niveles de abundancia de malezas en todo un lote: la
selección de puntos de muestreo en toda su extensión
permitiría tener una idea relativamente precisa de qué es lo
que se encuentra presente, pero el método debe ser práctico y
cuando se realiza monitoreo debe haber una solución de
compromiso y un plan que permita optimizar los objetivos de
precisión con los de tiempo y costo.
Normalmente se utiliza una transecta en forma de una gran "W"
abarcando una gran proporción de la superficie total. Algunos
lotes pueden ser de forma irregular y las poblaciones de
malezas pueden estar sólo concentradas en los lugares mas
bajos y húmedos o a lo largo del margen del alambrado. En
tales casos, el patrón de muestreo debe ajustarse, para
permitir una estimación adecuada de la situación en todo el
campo. Lo más sensato en esos casos es dividir el lote en
sectores y hacer el monitoreo en forma separada en cada uno de
ellos. El uso de dos o más transectas diagonales es también un
método de uso común.
Generalmente, se toman 5 muestras a lo largo de cada parte de
la "W" de manera que serán en total 20. El punto de muestreo
debe seleccionarse al azar. El registro puede ser el de
densidad (número de individuos en un marco de 0,5 x 0,5 por
ejemplo) o bien puede usarse una escala de abundancia visual
de 0 a 10. Del mismo modo, sólo puede registrarse la ausencia
o presencia de una determinada especie en un área circundante
al observador.
Como se ha dicho anteriormente, en la mayoría de los casos,
las malezas exhiben altos niveles de agregación en el lote. Al
aumentar la experiencia del observador, se conocerá de
antemano la ubicación de los "manchones" y consecuentemente,
el esfuerzo podrá direccionarse mejor. Si se desea ser más
específico, las áreas pueden ser "marcadas" o georeferenciadas,
de manera que se puedan realizar aplicaciones de herbicidas en
forma localizada o con el producto más adecuado, en lugar de
la típica pulverización masiva. El monitoreo contribuye por lo
tanto a disminuir los costos relacionados con los herbicidas,
a prevenir el avance de malezas de difícil control que inician
su colonización y a preservar el ambiente.
El monitoreo debe comenzar cuando se inicia la emergencia de
malezas y debiera repetirse en forma quincenal hasta que no
existan medidas de control disponibles. Un relevamiento a la
cosecha, sin embargo, resulta útil para tener idea de los
"escapes" o problemas que pueden suscitarse para la siguiente
campaña.
El relevamiento de malezas puede ser realizado siguiendo tres
enfoques:
1- Cuantitativo:
densidad
2- Semicuantitativo:
conteo hasta una determinada densidad, por especies o por
grupos
de especies (ej: latifoliadas, gramíneas, monocotiledóneas)
3- Cualitativo:
presencia / ausencia de una especie o determinado grupo de
especies
El método cuantitativo
consiste en el conteo del número de individuos por unidad de
superficie y provee del mejor registro. Cuando la abundancia
es elevada, el costo de control con el herbicida justifica
este tipo de método porque los retornos por aumento de
rendimiento son elevados. Sin embargo, si la abundancia es
baja y además si el costo del herbicida es reducido, como es
el caso de muchas situaciones de producción en el área
pampeana, la toma de decisiones de control es subjetiva y
basada -en general- en la experiencia previa. De todos modos,
en
relación a los criterios de la toma de decisión, merece
puntualizarse que la tolerancia para nuevas especies debe
ser cero: las "nuevas especies" no deben ser
permitidas, especialmente aquellas que son muy competitivas,
tóxicas, o de muy difícil control: el riesgo, es otro
elemento significativo en la toma de decisión.
Las muestras se toman utilizando uno o varios cuadrados de
0,25 m2 en cada punto. El cuadro o marco de alambre
debe estar pintado de un color brillante para que pueda
encontrarse rápidamente cuando se lo arroja al azar.
En el muestreo semicuantitativo,
las malezas no se cuentan, sino que se agrupan en categorías
utilizando un sistema visual que requiere cierta práctica y
que puede ser el siguiente:
·
Menos de 4 malezas o matas por m2 = Abundancia baja
·
5 a 19 malezas o matas por m2 = Abundancia mediana
·
Más de 20 malezas o matas por m2 = Abundancia
elevada
En el método cualitativo,
se registra la presencia o la ausencia de malezas en cada una
de las áreas o puntos de muestreo (generalmente un círculo de
unos 2 m de radio alrededor del observador) a lo largo de la
transecta o "pata" de la "W". Este es el método más rápido de
monitoreo de un lote. Aunque no refleja la severidad de la
infestación, en la mayoría de las situaciones de producción
del área pampeana con abundancias medias a bajas, permite
calcular la frecuencia de malezas dominantes y también las de
reciente introducción. Con esta metodología, dos observadores
experimentados pueden obtener información en 40 puntos de un
lote típico en 25 minutos.
Cualquiera sea el método, los recuentos de campo deben
volcarse luego a una planilla Excel (o si se tiene una
computadora de campo, o se utiliza una "bandera" en el monitor
de la cosechadora, se registran directamente) y se expresan
según el método (densidad por unidad de superficie,
abundancia, ausencia/presencia). La planilla debe informar de
la fecha, el número de lote y el campo que se releva.
El "Mapa de Malezas"
Es un mapa general de un lote, que se ha obtenido a partir de
un simple croquis realizado a mano, se ha construido a partir
datos obtenidos con un sistema de posicionamiento global (GPS)
portátil o desde la cosechadora o bien a partir de una
fotografía aérea. Permite incluir accidentes geográficos,
instalaciones, caminos etc. Incluso pueden agregarse registros
de las áreas ruderales (banquinas, alambrados, aguadas,
taperas) que suelen ser la fuente primaria de invasión de "nuevas
especies". Si las observaciones son georeferenciadas, en
años sucesivos es posible "superponer" las capas anuales y
obtener información muy precisa para la toma de decisiones y
de la pulverización sitio-específica.
Las especies
deben tener un código y registrarse tanto en la planilla de
campo como en el futuro "mapa" de malezas. En este sentido
conviene utilizar códigos normalizados (Ej. Código Bayer), que
en general asigna las primeras tres letras del género y las
dos siguientes a la especie. También
puede registrarse el estadio de las malezas relevadas, de
importancia en la eficacia de determinados herbicidas.
Las herramientas y útiles
necesarios para un monitoreo son muy sencillas:
1-
Mapas del área o del sitio
2- Planilla
de campo y lápices (varios)
3-
Cuadros o marcos de alambre
4-
Bibliografía de referencia rápida
Si se va a recoger material vegetal, debe agregarse a la lista
anterior una toalla de mano, cuchillo afilado, bolsas y
papeles de diario, una prensa para mantener/conservar las
especies y un marcador indeleble y/o etiquetas autoadhesivas.
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