Publicación cuatrimestral de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR Distribución gratuita ISSN: 16698584  

 

  08|2008
 


Ing. Agr. Bulacio, Liliana G.1; Ing. Agr. Giuliani, Susana1; Sarubbi, Carlos S2
Ing. Agr. Panelo, Marta S3; Agr. Maroni, Jorge2; Bioq. Giolito, Irma4

1Cátedra Terapéutica Vegetal.
2Cátedra de Maquinaria Agrícola.
3Cátedra Sistemas de Producción Hortícola.
Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Rosario
4Laboratorio IDEB, Rosario
lgb@tower.com.ar

  Envases de Productos Fitosanitarios

La necesidad de atender una demanda de alimentos creciente obliga a dirigir los esfuerzos hacia una agricultura tecnificada en alto grado. A su vez, esto implica altos niveles de disponibilidad y de utilización de insumos para garantizar los aumentos de productividad. En el grupo de insumos se destacan los fitosanitarios (también denominados agroquímicos, plaguicidas, defensivos agrícolas), elementos útiles para la protección y el crecimiento de los cultivos cuando son usados racionalmente. Pero, en numerosas ocasiones su manejo inoportuno y/o incorrecto puede producir inconvenientes de fuerte repercusión en el ambiente afectando nuestra calidad de vida.

Dentro de la problemática planteada, el destino final de los envases de agroquímicos es un punto crítico y complejo para su abordaje seguro. En la mayoría de los países desarrollados, previo al establecimiento de una legislación referida a este tema en particular, los gobiernos y las industrias involucradas discuten conjuntamente reglamentos y directrices para la disposición final de envases de agroquímicos. Trabajan reuniendo información nacional e internacional referida a la producción de materias primas para envases (vidrio, plástico, papel) y su reciclado, así como la implementación de programas específicos de destino final de envases usados de fitosanitarios.

Así,  las normas suelen variar, generándose conflictos internos debido a la prohibición, en algunos casos, de quemarlos, enterrarlos e incluso reciclarlos, y también entre países de igual área geográfica por la baja posibilidad de armonizar las reglamentaciones

Toda legislación específica para el descarte correcto y seguro de envases necesita establecer cronogramas para la implementación de las diversas fases o etapas del proceso que conduzca al destino final. También deberá estar precedida por los correspondientes estudios técnicos y sometida a control estricto para su cumplimiento.

Los distintos sistemas de producción agrícola difieren en el uso de insumos según las características propias de los cultivos y su modalidad de manejo. Cualquiera sea el sistema, el destino final de los envases correcto y seguro de envases de agroquímicos es en general un punto crítico a considerar con extremo cuidado.Crea preocupación en  países de agricultura altamente tecnificada, con altos niveles de utilización de insumos  para poder garantizar los necesarios aumentos de productividad, indispensables para atender una demanda creciente de alimentos. En 1987 se creó en la ANDEF – Brasil (Asociación Nacional de Defensa Vegetal), el primer grupo de trabajo con participación de las industrias de materias primas (vidrio, metal, plástico, papel) y las industrias de reciclaje de esas materias primas, con el objetivo de reunir información tanto a nivel nacional como internacional a través de sus organismos de países que están trabajando en la implementación de programas de destino final de envases vacíos de fitosanitarios.

En Rosario, Argentina, en el marco del convenio con CASAFE (Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) para el estudio del “Manejo de envases de agroquímicos en las localidades de Salto Grande y Totoras”, se realizó una encuesta a productores y aplicadores (contratistas) de las áreas mencionadas, con el objetivo de analizar la situación actual en el manejo de fitosanitarios en cultivos extensivos.

Posteriormente, por iniciativa del grupo de investigadores, con una encuesta adaptada y dirigida a productores de cultivos intensivos, se trabajó también en las localidades de Rosario, Pérez, Soldini, Arroyo Seco, Granadero Baigorria e Ibarlucea.

En ambos trabajos en sus conclusiones se corrobora que el destino final de envases es crítico, siendo los lugares de guarda, transitorios hasta su eliminación; ésta se realiza según diversos métodos mencionados en orden de importancia: quema, quema con enterrado posterior, quema y posterior colocación en pozos o pozos ciegos, abandono de envases sin quemar en algún sitio del establecimiento, colocación de los mismos sin destruir en pozos ciegos en desuso, medidas estas que distan de ser seguras. A ello hay que agregarle el residuo que conservan los envases, ya que la práctica de triple enjuague no es utilizada por cuestiones de desconocimiento o por practicidad. Preocupa el uso alternativo de los recipientes.

La posterior acción de difusión del triple lavado realizada a nivel de usuarios y asesores profesionales, si bien fue comprendida en cuanto a la importancia de la técnica en relación a la contaminación ambiental y a los riesgos sobre la salud humana, en algunas oportunidades fue cuestionada indicándose como dificultad, el tiempo demandado para su realización en el momento de la aplicación.

De lo expuesto anteriormente surgió la necesidad de evaluar los niveles de residuos en envases de fitosanitarios sometidos a dos métodos alternativos de lavado: Triple Lavado y Lavado a Presión.

El ensayo se realizó en la localidad de Firmat (Santa Fe-Argentina). Se utilizaron envases nuevos de plásticos con las siguientes características: base 23 x 30 cm, altura 40 cm y el diámetro de la tapa 5 cm, capacidad 20 litros.

Los envases se llenaron con una solución de fenoftaleína (12,5 g/l), (simulando ser Producto Fitosanitario) se almacenaron en un galpón, sobre una tarima de madera y se cubrieron con polietileno negro. Se tuvo en cuenta la agitación frecuente para evitar que el colorante decantara y formara sedimento.

A los 150 días se realizaron los tratamientos de lavado :

  1. Envase sin lavado (testigo)
  2. Triple lavado (TL)
  3. Pastilla Hidrolavadora ARAG: a 2,3 y 3,5 bar.

La boquilla hidrolavadora Marca ARAG Cod. 510 110 se montó sobre el centro de un soporte de hierro en forma de H, y el conjunto se apoyó sobre dos varillas de madera (Foto  1).

Foto 1: Boquilla hidrolavadora

Este dispositivo fue colocado sobre la boca de un tambor de plástico de 200 litros para poder recoger el agua de lavado.

La boquilla se conectó a través de una manguera a una máquina pulverizadora de arrastre. Se adosó al conjunto un manómetro para medir y regular  la presión.

Para el lavado, se colocó el bidón sobre la boquilla en un ángulo de 45° (Foto 2).

Foto 2: Bidón en un ángulo de 45°

Para todos los tratamientos de lavado se utilizó agua subterránea. Los volúmenes fueron equivalentes entre las dos metodologías (triple enjuague y boquilla hidrolavadora), utilizándose el tiempo de hidrolavado como variable para equiparar los volúmenes de agua utilizados (Tabla 1).

 

Tabla 1: Presión, litros por minuto y el tiempo para equiparar al triple lavado

Para el triple lavado el proceso de carga, agitación y descarga lleva aproximadamente 3,5 minutos. Cada lavado neto del bidón: 30 segundos, total triple lavado 1,5 minutos. Se utilizan 5 litros de agua en cada lavado, haciendo un total de 15 litros por bidón.

Se toma la muestra en el último lavado.

Las muestras se colectaron con un cucharón plástico ubicado por debajo de la boquilla hidrolavadora, en los últimos 3 segundos del proceso de lavado. Las muestras recogidas se volcaron en frascos color caramelo (volumen mínimo de muestras: 60 ml/frasco). Muestras similares fueron extraídas del último enjuague en bidones sometidos a triple lavado. En laboratorio se analizaron todas las muestras por el método espectofotométrico.

 

Todos los tratamientos redujeron el nivel de residuo respecto del testigo, destacándose que con el Triple Lavado y la Boquilla Hidrolavadora a 3 y 3,5 bar se obtuvieron resultados similares (Tabla 2).

 

Tabla 2: Residuo final de fenoftaleína en envases plásticos sin lavar y sometidos a triple lavado e hidrolavado.

 

Los resultados preliminares obtenidos indican la posibilidad de sustitución del Triple Lavado por otra técnica alternativa, en este caso boquilla hidrolavadora, a adecuar según el sistema de producción.

Las pulverizadoras automotrices actuales están provistas de kit  para cargar el producto fitosanitario y a su vez lo usan para el lavado de los envases, pero algunas presentan los siguientes inconvenientes:

  • el agua para realizar el enjuague proviene del tanque que contiene el caldo de pulverización
  • el diseño del kit no permite enjuagar a todos los envases, pues los mismos presentan tamaño y forma diferentes.

En base a lo expuesto anteriormente, se plantea el estudio de adaptación de kit de hidrolavado a los equipos pulverizadoras o kit portátiles alimentados con agua limpia. También el diseño del kit debe estar de acuerdo a la variabilidad de formas y tamaño de los envases.

El Triple Lavado como el Lavado a Presión deben realizarse en el momento de la aplicación y luego inutilizar el envase sin romper el marbete.

Si bien la industria trabaja en el diseño de envases no sólo para disminuir costos, sino también para hacer más seguro el transporte y el uso de los productos que contienen, esa seguridad no se traslada a la mayoría de los recipientes vacíos. Por tanto, se propone trabajar en distintas áreas y en etapas para definir dentro de un marco legal acorde a nuestras necesidades las metodologías correctas para disponer de cada tipo de envase y, previo a su detoxificación, planificar alternativas como: reutilizar los envases retornables, reciclarlos recuperando el material ya sea para nuevos envases o como materia prima para otros destinos, así como para generación de energía a través de su aprovechamiento como combustible. En la actualidad existen recicladoras de envases plásticos de productos fitosanitarios que transforma esa materia prima en postes, varillas y tablas.

Indudablemente deben implementarse también estrategias educativas para los usuarios en el marco del manejo racional de productos fitosanitarios y establecer controles técnicos y legales adecuados.