Publicación cuatrimestral de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR Distribución gratuita ISSN: 16698584  

 

  06|2011
 


Vilche, M. S., Costanzo, M.

Cátedra de Manejo de Tierras
Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Rosario
martacostanzo@yahoo.com.ar

  Consumo hidrico del cultivo de soja (Glicine max, Merrill) en Zavalla, Santa Fe

La fuente principal de agua para los cultivos de secano radica en las precipitaciones; sus fluctuaciones, tanto en cantidad como distribución, originan períodos con deficiencias hídricas, los cuales pueden ser atenuados parcial o totalmente por la reserva hídrica del suelo. Es importante brindar a profesionales y productores agrícolas el conocimiento sobre los requerimientos hídricos del cultivo de soja. Con la finalidad de obtener datos locales respecto de los requerimientos hídricos de soja, se realizaron determinaciones para estimar el consumo hídrico de este cultivo durante su ciclo.

Las mediciones se efectuaron durante la campaña 2006-2007 en el Campo Experimental de la Facultad  Ciencias. Agrarias, UNR (Zavalla, Santa Fe, Argentina) (33º01´S; 66º53´W; 50m snm) sobre un suelo Argiudol vértico. El 10/11/2006 se sembró soja de primera en todo el lote utilizándose un cultivar de grupo de maduración 4.6, a 0,52 m entre surcos, sobre cultivo de maíz. Se aplicaron 70 kg.ha-1 de superfosfato simple y se realizaron los controles de malezas y plagas habituales. Se midió periódicamente (7-10 días) la humedad del suelo hasta 1 m de profundidad, mediante sonda Diviner 2000 (SENTEK)*, en dos tubos fijos de 1m de profundidad de PVC con diámetro de 8 cm, previamente calibrada; el sensor de la sonda reconoce profundidades cada 10 cm y los datos de humedad son expresados en mm. El contenido hídrico se expresó como agua útil y el consumo del cultivo se estimó a partir de la variación del almacenaje entre fechas, considerando las precipitaciones y variando el espesor de suelo, según el grado de profundización alcanzado por las raíces. Las lluvias fueron obtenidas de la Estación Agrometeorológica Zavalla perteneciente a la Red del INTA y SMN.

Figura 1: Distribución de las lluvias durante el ciclo del cultivo (Estación Meteorológica Zavalla, SMN).

En la Figura 1 se muestra la distribución de las precipitaciones durante el ciclo del cultivo, las cuales sumaron entre E y R7 (escala de Fehr y Caviness, 1977) un total de 652,7 mm.
Durante agosto y setiembre las precipitaciones registradas resultaron un 45% menor a la media histórica cuyo valor es de 80,3 mm.

En el periodo E-R1 el monto total de las precipitaciones fue de 366,90 mm, concentrado principalmente en dos tormentas que sumaron 211 mm (Figura 1); mientras que entre R2–R7 fueron 285,8 mm.

Figura 2: Evolución del almacenaje del suelo en términos de agua útil y el consumo del cultivo de soja.

En la Figura 2 puede verse la evolución del almacenaje del suelo en términos de agua útil y del consumo de la soja durante el periodo del cultivo. Cabe aclarar que la profundidad para calcular el almacenaje fue variando conforme con el desarrollo de la raíces, de forma tal que a principios de enero las mismas habrían alcanzado el metro de profundidad.

 A la siembra no hubo limitantes hídricas en los primeros 20 cm de espesor. Durante la primera quincena de febrero la humedad disminuyó hasta el 53 % del agua útil donde además se observa una reducción del consumo del cultivo. Cuando el contenido hídrico de la zona explorada por las raíces está entre 40-60% del agua útil,  se reduce el crecimiento de los cultivos (Muchow y Sinclair, 1991; Dardanelli et al., 1991). Aunque las lluvias posteriores aumentaron el nivel de humedad el faltante  pudo haber generado una disminución del rendimiento final (3448 kg.ha-1). Si la distribución de las lluvias hubiese sido más uniforme, este cultivar hubiese alcanzado una producción superior a la lograda. Según Andriani (2002) una deficiencia hídrica en este período, un contenido de agua útil igual o por debajo del 50%, genera una reducción importante del rendimiento. En este caso, como el almacenaje en los estados fenológicos previos estuvo por encima del nivel crítico mencionado, el agua presente sumada a las lluvias de escasa magnitud, pudieron generar un buen rendimiento, aunque inferior al de otros años para el mismo cultivar. Además debe considerarse que en el ensayo la humedad fue medida hasta el metro de profundidad y en los Argiudoles de la región pampeana la soja puede desarrollar sus raíces hasta los 200 cm (Andriani, 2000).

El contenido de agua útil edáfica (0-100 cm) para Zavalla es aproximadamente 240 mm.

Si bien la soja estuvo antecedida por maíz, la cobertura superficial fue del 60 %, efecto de una importante granizada, condicionando el rendimiento de soja, ya que una fracción del agua edáfica podría haberse perdido por evaporación directa. La  menor cobertura superficial disminuye los consumos de los cultivos según Caviglia y Paparotti (2000). En este caso, el consumo estimado durante el ciclo completo del cultivo de soja fue de 390,83 mm,  161,80 mm correspondieron al periodo E-R1 y los 229 mm restantes a R2-R7.  Este valor resultó superior al comunicado por Vilche et al. (2009), en un ensayo ubicado en el campo experimental de Zavalla, para el GM III y en una campaña con escasas precipitaciones (308,37 mm). Totis et al. (1991) estimaron una evapotranspiración real de 292 mm para soja después de trigo en condiciones de secano en la EEA Pergamino bajo labranza cero, mientras que Andriani (2000) para el área de Oliveros (Santa Fe), obtuvo un consumo acumulado de 530 y 425 mm en soja de primera y de segunda respectivamente con mediciones hasta 2 m de profundidad. Mientras que Salado Navarro et al. (2006) estimaron mediante un modelo mecanístico un consumo medio de 560 mm para este cultivo.

Con el rendimiento general del lote y con el consumo medido por la sonda, se calculó la eficiencia en el uso del agua (EUA) que resultó de 8,8. Della Maggiora et al. (2002) en Balcarce, obtuvieron una EUA de 9,1 mientras que Weir et al. (2008) en Marcos Juárez, utilizando lisímetros y sin limitantes hídricas, midieron un consumo potencial de 630 mm y una EUA de 6,3.

REFERENCIAS

  • Andriani, J. 2000. Crecimiento de las raíces de los principales cultivos extensivos en Argiudoles de Sta Fe. EAA INTA Oliveros. Para Mejorar Producción 13 (40-44).
  • Andriani, J. 2002. Estrés hídrico en soja. Rev. IDIA XXI, Oleag: soja. Año II, nº3, dic 2002., (48-51).
  • Caviglia, O; Paparotti, O. 2000. Trigo: Efecto de la cobertura influenciada fertilización sobre consumo agua. EAA INTA Oliveros. Para Mejorar Producción Nº 13, (55-60).
  • Della Maggiora, A.; Gardiol, J. e Irigoyen, A. 2002. Requerimientos hídricos. En: Bases para el manejo de maíz, girasol y soja. Ed. Andrade, F.y Sadras, V, 2da edición (157-173).
  • Dardanelli, J. 1998. Eficiencia en el uso del agua según sistemas de labranzas. En: Siembra Directa. Ed. Panigatti J, Marelli, H, Buscchiazzo, D y Gil, R. SAGPyA - INTA. (107-115).
  • Salado Navarro L.R. et al <http:www.acsoja.org.ar/ mercosoja2006/trabajos_pdf/T7.pdf>. Consultado en mayo de 2010.
  • Totis de Zeljkovich L; Zeljkovich V; Coca M.G; Blotta L.A; Funston L. y Rivoltella A. 1991. Balance de agua del doble cultivo trigo-soja y su relación con la productividad en la región de Pergamino. Informe Técnico N°257. EEA INTA Pergamino.
  • Vilche, MS; Montico, S; Alzugaray, C. 2009. Efecto de la perdurabilidad de la labor profunda sobre rendimiento y consumo del cultivo de soja. Trabajo en Libro: Avances en Ingeniería Rural 2007-08. CD.
  • Weir E, Arce E y Arce J.M. 2008. EP del cultivo de soja 1ª, medida con lisímetros vs fórmula de Penman. EUA. Coeficiente de cultivo. XII Reunión Arg de Agrometeorología. Jujuy, Argentina.