Publicación cuatrimestral de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR Distribución gratuita ISSN: 16698584  
Facultad de Ciencias Agrarias

 

  12|2011
 


Ing. Agr. Eduardo F. Pire

Cátedra Ecología Vegetal
Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Rosario
eduardo_felix_pire@yahoo.com.a

  El blanqueado del tronco de los árboles

El blanqueado del tronco de los árboles se realiza aún en muchas partes del mundo, como una práctica heredada de la fruticultura de las zonas frías, donde puede ayudar a los árboles recién plantados, injertados o podados para protegerlos de los cambios bruscos de temperatura a finales del otoño e invierno, éstos pueden causar la muerte de partes del cambium. También es útil en algunas zonas para especies como el manzano que requieren horas de frío para fructificar bien (1). Actualmente se lo realiza con látex al agua (no usar pintura a base de aceite), a la pintura se le puede agregar repelente de liebres para proteger la corteza de los árboles jóvenes que son descortezados por las liebres (Lepus europaeus) y los cuices (Cavia aperea pamparum) durante el invierno (2).

El encalado y el blanqueado de los troncos de los árboles son similares pero no iguales, el encalado con agua de cal  Hidróxido de calcio (CaH2O) puede ser provechoso para asimilar algunos nutrientes en condiciones de mucha acidez del suelo pero se puede volver perjudicial en otras. La cal que se emplea para el encalado se lava con las lluvias, se disuelve y baja al suelo lixiviándose. Al llegar esta cal al suelo, tiene la propiedad de elevar el pH del mismo. El pH es una de las medidas de la capacidad que tiene el suelo de facilitar el intercambio de minerales y hacer que éstos sean absorbidos por las raíces finas de las plantas. Un valor ideal de pH oscila entre 6 y 6.5. Al elevarse el pH, el suelo se hace más alcalino; el hierro por ejemplo, un mineral indispensable para el desarrollo sano del árbol, es retenido químicamente y ya no puede ser tomado por las raíces. Si el suelo es de por sí alcalino, como sucede en muchas zonas de la ciudad, con el encalado acabamos de empeorar la situación y afectamos más a los árboles y otras plantas (3). El encalado conduce a que el árbol experimente una enfermedad que se llama “clorosis inducida por cal”, cuyos síntomas son el amarillamiento del follaje y la disminución de la capacidad para realizar la fotosíntesis.

Los árboles necesitan respirar y por el tronco lo hacen a través de unas aberturas especiales llamadas lenticelas. El blanqueado obstruye estos poros disminuyendo el intercambio gaseoso y por consiguiente el metabolismo normal en la zona.

Otros argumentos esgrimidos son  que con el blanqueado se protege al árbol del daño por hormigas, plagas y enfermedades, puede que se confundan en algunos casos y no asciendan (no está estudiado si  disuaden la infestación de los insectos engañados. La pintura blanca también puede hacer que sea más fácil para ver si la corteza del árbol está siendo atacada por insectos perforadores. Muchas de nuestras leñosas, cuando juveniles tienen sus tallos verdes (fotosintéticamente activos) y es allí que suelen realizar ataques hormigas cultivadoras de hongos, ya que en esa época no tienen qué recolectar, posteriormente el suber o corcho que se va produciendo les hace infructuosa esta tarea, pero normalmente vemos troncos pintados con suber muy desarrollado. Otras especies, generalmente caducifolias, Ej. Lagerstroemia indica (L.) Pers. “Crespón”  Platanus x acerifolia (Ait.) Willd. “Plátano”; Caesalpinea paraguariensis (Parodi) Burk.“Guayacán” Geoffroea decorticans (Gill. ex Hook. & Arn.) Burkart “Chañar” Cercidium praecox (R. et P.) Harms “Brea” etc. , tienen troncos con epidermis fotosintéticamente activa y asimilan allí sustancias que les permiten comenzar a “trabajar” cuando aún no tienen hojas, eludiendo a los herbívoros que en esa época están sumamente necesitados, por otra parte las sucesivas excorticaciones les permiten librarse de especies superficiales, epífitas y enredaderas que con el tiempo suelen volverse perjudiciales.

También se dice que es muy “estético” y da la impresión de que los árboles están “bien cuidados”. Qué más estético que un árbol sano, fuerte y vigoroso, con un tronco que enseñe su corteza intacta, color y aspecto característico (3,4).

Es común ver los troncos de los árboles de las instalaciones militares pintados de blanco, allí donde las personas y vehículos se pintan para camuflarse…!!!

Aparentemente en nuestra región (llanura pampeana) el blanqueado es más lo que perjudica que lo que beneficia a los árboles y por lo tanto una práctica desaconsejable. Sólo justificada cuando están donde los troncos deben verse con claridad (en zonas de circulación o estacionamiento de vehículos no demarcadas o delimitadas).

El blanqueado con caldo bordelés  (sulfato cúprico con cal hidratada) fue muy usado como antiséptico (funguicida) pero hoy ha sido descartado por la contaminación con Cu (cobre) que produce.

Bibliografía

  • 1 Hernández Herrera, Alejandro; Zermeño González, A.;Rodríguez  García, R. y Jasso Cantu, D. 2006 Beneficios del encalado total del manzano (Malus domesticus Borkh) en la sierra de Arteaga, Coahuila, México Agrociencia Vol. 40:5 pp 577-584
  • 2 Koehler Glen W. Editor. 1996-1997 New England Apple Pest Management Guide “TRUNK PAINTING for BARK PROTECTION”
  • 3 Rivas Torres Daniel Mayo 21 de 2004. LOS INCONVENIENTES DEL ENCALADO DE LOS ÁRBOLES http://www.rivasdaniel.com/index.html
  • 4 Bueno Sousa Maria Alice de Lourdes 2005 ¿POR QUÉ NO BLANQUEAR LOS TRONCOS DE LOS ÁRBOLES? 6p.