Publicación cuatrimestral de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR Distribución gratuita ISSN: 16698584  
Facultad de Ciencias Agrarias

 

  12|2012
 


1Toresani, Silvia; 2Ferreras, Laura;  2Magra, Gustavo; 1Romagnoli, Valeria
1Canavese, Betiana ; 2Saperdi, Andrés; 2Migliotari, Martín; 3Latuca, Antonio

1Cátedra Microbiología Agrícola
2Cátedra Edafología
Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Rosario
3Programa Agricultura Urbana. Municipalidad de Rosario
storesan@unr.edu.ar

  La Agricultura Urbana como propuesta para la sustentabilidad social, ambiental y económica: experiencia en el Parque Huerta “El Bosque”

Introducción
La Agricultura Urbana y Periurbana se constituye en una alternativa colectiva de producción diversificada de recursos alimentarios básicos, destinada a familias en condición de vulnerabilidad social. Es una práctica desarrollada en numerosas ciudades del mundo, puede convivir con actividades recreativas y cumplir una función educativa posibilitando mejorar la calidad de vida de sus habitantes y, al mismo tiempo preservar espacios verdes prestadores de servicios ecológicos. Se puede desarrollar con tecnología de bajos costos debido a los escasos insumos que demanda y al aprovechamiento que hace de recursos disponibles ociosos, sumado al principio de sustentabilidad y calidad ambiental.

En la ciudad de Rosario, el desarrollo de la Agricultura Urbana (AU) data de fines de los 80´, a partir de experiencias aisladas promovidas por el trabajo de ONGs a nivel barrial. En 1991 se institucionaliza por primera vez con la creación del Departamento de Huertas Comunitarias a cargo de la Municipalidad de Rosario y la puesta en funcionamiento del Programa Nacional de Seguridad Alimentaria Pro Huerta coordinado por el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). El Programa de Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario (PAU) fue creado en 2002, tras la crítica situación acontecida en el país a finales de 2001, a partir de un convenio entre la Municipalidad de Rosario, el Centro de Estudios de Producciones Agroecológicas (CEPAR) y el Pro Huerta de INTA.  Para llevar adelante dicho Programa a partir de un estudio de relevamiento se  identificó un tipo de suelo, llamado “No Construible” que aprovecha espacios ociosos para transformarlos en productivos. Para el diagnóstico de suelos con limitaciones agronómicas para la práctica de la AU se trabajó de forma participativa con un equipo técnico integrado por Ingenieros Agrónomos, promotores barriales, pasantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR y huerteros. Se caracterizaron estos tipos de suelo con restricciones productivas, se analizaron sus limitaciones y para cada categoría se propusieron estrategias de manejo para su recuperación. Se categorizaron integrando variables que relacionaran las limitantes que presentaban desde el punto de vista de su aptitud agronómica y sus antecedentes de uso y se definieron cinco categorías: bajos, rellenos construidos (restos de construcción y escombros), rellenos con tierra, decapitados (pérdida del horizonte superficial) y suelos de basural. Es necesario aclarar que cada una de estas categorías no son puras, existiendo en muchos casos suelos con más de una restricción.  

La práctica de la AU en estos espacios remanentes que se encuentran en condiciones de fragilidad y degradación, además de las ventajas vinculadas a brindar trabajo y alimento a familias en condiciones de vulnerabilidad, presenta beneficios adicionales tales como: la producción de vegetales frescos y derivados libres de agroquímicos; la transformación de espacios degradados en sitios estéticamente agradables; el desarrollo de micro-empresas asociadas que movilizan la economía local; la posibilidad laboral para la mujer y los jóvenes; el saneamiento de sectores contaminados por basurales y agentes patológicos; el aprovechamiento de residuos orgánicos en insumos para la producción; la habilitación de nuevas áreas verdes periurbanas y el sostenimiento de los servicios ecológicos brindados a la comunidad.

La recuperación de la capacidad productiva de estos suelos se lleva a cabo a través de técnicas orgánicas sencillas en el marco de la Agroecología. El paradigma agroecológico para una agricultura sustentable se basa en un abordaje holístico y sistémico de la producción agropecuaria, considerando las dimensiones ecológico-productivas, económica y social, desde una óptica interdisciplinaria, reconociendo a la ética como valor central para el logro de la sustentabilidad  (Sarandón, 2010)

En la ciudad de Rosario se han instalado cuatro parques huerta: Molino Blanco, La Tablada, Hogar Español y El Bosque de los Constituyentes; seis ferias semanales de venta de hortalizas agroecológicas y dos agroindustrias sociales (una de procesamiento de hortalizas, otra de Cosmética Natural), En la actualidad el PAU asiste a 250 huerteros/as y cuenta con aproximadamente 400 consumidores que elijen este tipo de producto logrado para alimentar a sus familias.

Los huerteros son seleccionados por su condición de desocupados de la economía formal y por tratarse de familias con necesidades básicas insatisfechas. A cada una se le asigna una parcela productiva de 500 a 700 m2 y los integrantes de la familia colaboran y se suman al proceso productivo y de comercialización. La Municipalidad a través del PAU con el apoyo del Pro Huerta les brinda el equipamiento básico de mejoras, insumos y asesoramiento técnico con el fin de promover la generación de recursos que complemente su ingreso familiar.

Antes de iniciar un proceso de transformación del suelo es necesario conocer sus características, a los fines de determinar cuál es el uso más adecuado y el manejo racional que debería dársele. El punto de partida por lo tanto es realizar un diagnóstico de las propiedades más importantes del suelo para conocer su estado actual de manera tal que se cuenten con datos científicos para tomar decisiones respecto a la recuperación y manejo productivo más adecuado. Por tal motivo, debido a que se carecía de información avalada por investigaciones y determinaciones en campo y laboratorio, desde el año 2010 en el Parque Huerta “El Bosque”, el último sector incorporado al PAU, se están evaluando las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo vinculados al proceso de mejora mediante manejos sustentables.

Metodología
El Parque Huerta “El Bosque” está ubicado en el Distrito Norte de la ciudad de Rosario; ocupa una superficie aproximada de 3 hectáreas en el límite del Bosque de los Constituyentes (Av. Sorrento y Av. Pcias. Unidas) y el arroyo Ludueña. La zona era un bajo que se rellenó con tierra arcillosa y presenta dos pendientes: una de sur a norte con el sector más alto sobre calle Sorrento y la otra de oeste a este. Se evaluaron:
- parámetros químicos y físico-químicos como materia orgánica (MO), pH, contenido de sales solubles a través de la conductividad eléctrica (CE), nitratos (N-NO3), nitrógeno total (Nt), fósforo asimilable (P Bray), calcio y sodio intercambiables y capacidad de intercambio catiónico (CIC).
- parámetros físicos: composición porcentual de fracciones minerales (arena, limo y arcilla) y estabilidad estructural (EE).
- parámetros microbiológicos: recuento de microorganismos heterótrofos aerobios totales (MHT): expresado como unidades formadoras de colonias (ufc) por gramo de suelo, carbono de la biomasa microbiana (CBM) y  actividad enzimática global por hidrólisis del diacetato de fluoresceína (FDA).

Cada seis meses se extrajeron muestras compuestas de suelo de la capa superficial de diferentes sectores del predio (Fig.1) para los análisis de los diferentes parámetros edáficos.

Figura 1. Ubicación de los sitios de muestreo.

En función del diagnóstico inicial para la recuperación del suelo, en algunas parcelas asignadas a los huerteros se implementaron prácticas de manejo restauradoras de las propiedades físicas, químicas y biológicas como la incorporación de materia orgánica a través del agregado de compost o residuos frescos, como así también el uso la Vicia como cultivo de cobertura. El agregado de materia orgánica contribuye a mejorar la porosidad del suelo, aumenta la infiltración y es la fuente de nutrientes más importante. La Vicia como leguminosa, en simbiosis con rizobios, fija el nitrógeno del aire (N2) contribuyendo al “ahorro” de nitrógeno del suelo.

Sector vivero de plantines para parcelas Parcelas con agregado de MO

Resultados
La caracterización inicial del predio mostró bajo nivel de materia orgánica; un pH alcalino debido a la elevada cantidad de calcio libre proveniente del enriquecimiento en carbonato de calcio como consecuencia de las cercanías del arroyo Ludueña o por una elevada incorporación de escombros y/o cemento durante el relleno de las zonas bajas. Los niveles de nitrato y fósforo fueron moderados, los valores de conductividad eléctrica permitieron caracterizar al suelo como “no salino” y no se detectó elevada proporción de sodio en el complejo de intercambio. La clase textural de las muestras de suelo se clasificó como franco-limosa (26% arcilla, 57 % limo y 17% arena).

Los microorganismos del suelo cumplen un rol fundamental en la descomposición de la materia orgánica transformando los nutrientes en formas fácilmente asimilables por la planta. Este proceso de mineralización está directamente asociado al tamaño de las poblaciones microbianas (recuento de MHT) y a la actividad de las mismas (FDA).

Para poder realizar un diagnóstico de los parámetros microbiológicos, se tomaron como valores de referencia los registros de un suelo de la zona bajo agricultura y un suelo sin historia agrícola (suelo de parque). Los MHT mostraron valores inferiores a lo considerado como valor promedio de una buena cantidad de microorganismos aerobios totales en el perfil del suelo (entre 106 a 108 ufc g-1suelo). 

La actividad microbiana evaluada a través del CBM y FDA presentó valores inferiores a los registrados en los suelos tomados como referencia (60% y 40%, respectivamente). Estos resultados fueron similares a los que se observan en suelos sometidos agricultura continua con signos de degradación.

Tabla 1: Parámetros físicos, químicos y microbiológicos del suelo al inicio de la experiencia y luego de la implementación de prácticas mejoradoras.

Al cabo de 12 meses en los ambientes enriquecidos con  residuos orgánicos rescos y/o compost se observó un notable incremento en el contenido de MO, se cuadruplicaron los valores de nitratos y fósforo asimilable en superficie. Con la implementación de la Vicia, también se produjo un incremento de los parámetros mencionados anteriormente, no obstante las modificaciones logradas fueron menos significativas con respecto a los sectores donde hubo agregado de materiales orgánicos frescos o compostados; el contenido de nitratos se duplicó, no hallándose mayores diferencias en fósforo asimilable. Hasta el momento no se observaron modificaciones significativas de los valores de pH.

En cuanto a los parámetros microbiológicos se incrementaron los valores de microorganismos heterótrofos aerobios totales, encontrándose actualmente entre los considerados aceptables para un suelo en producción, poniendo de manifiesto la importancia del agregado de materia orgánica como fuente de carbono y energía para la microflora. Esta mejora del suelo también se ve reflejada en los otros parámetros microbiológicos como carbono de la biomasa microbiana y actividad enzimática global.

La Fig. 2 resume la evolución de algunas de las variables de suelo evaluadas. Se observa claramente que al realizar prácticas como la incorporación de enmiendas orgánicas y la implementación del cultivo de Vicia como cultivo de cobertura, se produce un incremento en el contenido de nutrientes (N y P), materia orgánica, estabilidad de agregados y actividad microbiana.

Figura 2. Evolución en el tiempo de los parámetros edáficos.

La materia orgánica es uno de los principales factores que explican la presencia y actividad de los microorganismos del suelo y su relación con la fertilidad.  Los resultados obtenidos al cabo de un año ponen de manifiesto que ambas prácticas de manejo contribuyeron a mejorar la calidad química, física y biológica del suelo. La hipótesis de que los parámetros microbiológicos son indicadores tempranos de sustentabilidad queda demostrada en los registros obtenidos a los doce meses comparando vicia y suelo sin agregado de enmiendas. La Tabla 1 muestra que las  variables microbiológicas en las parcelas con cultivo de cobertura presentaron diferencias más marcadas que las obtenidas con los indicadores físicos y químicos.

El proyecto de trabajo se complementará en una etapa inmediata con la cuantificación de  variables de producción, con la finalidad de evaluar el impacto de las mejoras sobre el rendimiento y la calidad de los cultivos hortícolas. Como se espera que las prácticas recuperadoras del suelo  permitan que las familias incrementen su producción y por ende la comercialización que permitiría mejorar los ingresos familiares, se evaluarán indicadores sociales con el fin de poder monitorear el impacto de la mejora de los parámetros tecnológicos productivos en la calidad de vida de las familias huerteras.

Equipo técnico y huerteros Coordinadoras y promotoras en la FCA  

Agradecimientos
A los integrantes del Programa de Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario y del Proyecto Pro-Huerta de INTA; a los Coordinadores, Promotores y Familias Huerteras del Parque Huerta “El Bosque” y a los Auxiliares de Docencia de la Facultad de Ciencias Agrarias (Cátedras Microbiología Agrícola y Edafología).

Bibliografía 

  • Documentos de CEPAR, 2003.
  • Frioni, L. 1999. Procesos Microbianos. Editorial Fundación Universidad Nacional de Río IV. pp. 332.
  • Lal, R. 1999. Soil Quality and Soil Erosion. Soil and Water Conservation Society, CRC Press, Boca Raton, p. 329.
  • Nannipieri, P. 1994. The potential use of soil enzymes as indicators of productivity, sustainability and pollution. In: Pankhurst, CE et al. (Eds.). Soil Biota: Management in Sustainable Farming Systems. CSIRO, Australia, pp. 238–244.
  • Sarandón, S.J. 2010. “La incorporación del enfoque de la sustentabilidad en la enseñanza de las Ciencias Agropecuarias: una necesidad en la formación de profesionales”. pp 13 - 23. En: Galussi, A., Moya, M. y Lallana, M.C.(comp). Del aula al campo, el desafío cotidiano…Paraná: Eduner,v.1.