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Dra. Susana Feldman - Cátedra de Biología
El
carbunclo, carbunclo asintomático o antrax es una
enfermedad infecto-contagiosa aguda, febril y zoonótica,
es decir que afecta tanto al hombre como a animales domésticos
(bovinos, ovinos, equinos , cerdos, perros, gatos, etc.)
y silvestres.
Su agente causal es Bacillus anthraci, bacteria
que presenta las siguientes características:
- Gram+ (su pared celular se colorea de violeta en la
reacción de Gram, debido a que la pared está
conformada por una capa homogénea de peptidoglucanos
y polisacáridos)
F orma de bastón, de ahí el nombre del género,
de aproximadamente 1 x 36 µm
- Aerobio-anaerobio facultativo
- Forma esporas en presencia de oxígeno que tienen
elevada persistencia en el suelo (hasta 60 años),
pero que son destruídos a 120°C durante una
hora, a presión atmosférica o igual temperatura
durante 20 minutos y una atmósfera de presión
- Las formas vegetativas son sensibles a la pasteurización,
a los desinfectantes comunes (alcohol, hipoclorito de
sodio 3%) y a las bacterias que proliferan durante la
putrefacción de cadáveres.
- Los antígenos responsables de la patogenicidad
son polipéptidos presentes en la cápsula
bacteriana, que impiden la fagocitosis, neutralizan el
poder bactericida del suero e impiden la coagulación
de la sangre
- Las vías de penetración son cutánea,
gástrica (por ingestión de alimentos contaminados,
frecuente en animales que pastoreen en áreas donde
hubiera muerto un animal con carbunclo) o repiratorio.
Esta
enfermedad es conocida desde la antigüedad, tal es
así que en Francia, los lugares con animales afectados,
eran conocidos como "campos malditos" debido a
la prolongada supervivencia de las esporas. La recomendación,
también conocida de larga data, era quemar al animal
muerto o enterrarlo profundamente (aproximadamente 2-3 m)
cubriéndolo con cal.
En los animales, la enfermedad se presenta en tres formas:
1.
Apopléctica o sobreaguda: ocurre principalmente
en bovinos, ovinos y caprinos y es más frecuente
al principio del brote. La instalación es brusca
y el curso rápidamente mortal.
2. Aguda y subaguda: son frecuente en bovinos, equinos
y ovinos. La sintomatología consiste en fiebre,
cese de rumia, excitación seguida de depresión,
dificultad respiratoria, incordicación de los movimientos,
convulsiones y muerte.
3. Crónica: se presenta en especies menos suceptibles
como porcinos, pero también ocurre en bovinos,
equinos y perros. Durante un brote en un grupo de animales,
algunos animales son víctima de la forma aguda,
pero la mayoría sufre de la forma crónica.
El principal síntoma de esta forma de infección
es el edema de la faringe y de la lengua; con frecuencia
se observa una descarga espumosa y sanguinolenta por la
boca. Los animales mueren por asfixia.
En el hombre el período de incubación dura
de 2 a 5 días. Se distinguen tres formas clínicas:
1.
Cutánea: es la más común y el hombre
la contrae por contacto con animales infectados (o más
frecuete con cadáveres), lana, cueros y pelos contaminados.
Los síntomas consisten en prurito en la piel y
luego una pápula que se convierte en vescícula
que termina en una escara negra y deprimida. La lesión
cutánea es poco o nada dolorosa, de ahí
que al gunos pacientes no consultan al médico a
tiempo. Si el paciente no es tratado, la infección
puede progresar hasta producir septicemia y la muerte.
2. Pulmonar: se contrae por inhalación de esporas.
Al principio de la enfermedad, la sintomatología
es leve y semejante a la de una infección común
de las vías respiratorias; luego se agudiza con
fiebre, shock y muerte. La letalidad es alta.
3. Gastrointestinal: se contrae por ingestión de
carne de animales enfermos y se manifiesta por una violenta
gastroenteritis con vómitos y deposiciones hemorrágicas.
Bacillus
anthraci produce una potente toxina. La muerte por
carbuncio se debe a la toxina.
Existen planes de vacunación masivos para prevenir
la enfermedad en animales, debido a lo cual la misma tiene
baja incidencia. Asimismo, está también disponible
una vacuna para humanos, recomendada sólo en situaciones
de riesgo.
Actualmente B. anthraci se está empleando
como arma biológica. Las armas biológicas
son organismos vivos adaptados militarmente para causar
enfermedades en humanos, animales o plantas. Son producidas
con organismos altamente contagiosos y con gran habilidad
para reproducirse y alcanzar un impacto potencialmente devastador
en el blanco escogido.
Ante las actuales circunstancias, es recomendable tomar
medidas de precaución al manipular materiales potencialmente
pausibles de estar contaminados:
- Usar guantes
- No inhalar el material o colocarse mascarilla
- Colocar al material en un recipiente aislante, prefentemente
de vidrio con tapa, y a su vez, ubicar al recipiente en
una caja con adecuada amortiguación (copos de telgopor
o equivalente).
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