Clausura con historia: ¿puede un lote agrícola volver a ser un pastizal pampeano?

Hace 42 años se cerró un lote en el Campo Experimental Villarino para investigar la dinámica de la vegetación tras el abandono de la actividad agropecuaria. Un reciente estudio de la cátedra de Ecología aporta nuevas respuestas.

En 1983, por iniciativa de los/as docentes-investigadoras/es Juan Pablo Lewis, Silvia Boccanelli y Eduardo Pire, en nuestra Facultad se decidió hacer un experimento a largo plazo que consistió en cercar un lote de cuatro hectáreas con más de un siglo de uso agrícola en el Campo Experimental Villarino. Se aisló el espacio de cualquier tipo de actividad que provoque disturbio ambiental para abordar una pregunta simple pero profunda: ¿puede un ecosistema recuperarse por sí mismo después de tanto tiempo de agricultura?

Hoy, más de cuatro décadas después, un equipo de docentes-investigadoras/es de la cátedra de Ecología volvió a relevar “la clausura”, como se conoce al sitio, para evaluar cómo cambió su vegetación y qué tan cerca está de parecerse al pastizal pampeano original.

Durante la primavera de 2024 se realizaron 30 censos de vegetación. Se identificaron 18 especies en total, muchas de ellas nativas, aunque en su mayoría escasas. Llamativamente las especies más frecuentes fueron: el sorgo de Alepo (Sorghum halepense), la carda de cardar (Dipsacus fullonum), ambas exóticas consideradas malezas, y un helecho introducido accidentalmente. Esta composición de hierbas dista bastante de los antiguos flechillares que caracterizaban la región.

Además, se encontraron más de 40 especies creciendo en el alambrado perimetral, pero ausentes en el interior de la clausura. Entre ellas, algunas gramíneas nativas. Esto plantea una nueva pregunta: ¿por qué no logran ingresar y establecerse estas especies en el lote clausurado?

El estudio sugiere que, aunque el abandono permitió que aparecieran plantas espontáneas, el ecosistema no se está regenerando hacia una comunidad como la original. En cambio, muestra una fuerte persistencia de especies oportunistas e invasoras que dominan el espacio. “Es un ejemplo claro de que la recuperación pasiva no siempre es suficiente”, señala el equipo.

Este trabajo ofrece un valioso antecedente para pensar en estrategias de restauración activa. ¿Cómo reintroducir las especies nativas? ¿Qué manejos serían necesarios para acercarse a la estructura y función de los pastizales pampeanos originales? Entender cómo responden los ecosistemas tras décadas de uso intensivo es clave para decidir cómo acompañar su recuperación. 

Esta nota fue elaborada a partir del artículo “Clausurado por Ciencia: descripción de las comunidades vegetales en un lote de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR” de Alvarez Arnesi et al. (2025). Revista Agromensajes 71, 8-11. Leé el artículo completo en > Revista Agromensajes